viernes, 4 de enero de 2013

Ejercicio en ayunas

Ejercicios para quemar grasa
Esta es una estrategia que bien planteada ayuda de forma significativa a la pérdida de grasa. Después de las horas de sueño, nuestro organismo se encuentra descansado y además parcialmente vacío de los deposito de glucógeno ya que el organismo ha utilizado en parte glucosa como fuente de energía para el mantenimiento del metabolismo, si a esto le unimos una cena baja en hidratos de carbono, la depleción de estas reservas es mucho mas aguda. La estrategia es que a menor reservas de glucógeno, antes utilizará nuestro organismo las reservas de grasa.

Esto que a priori parece sencillo y muy práctico, tiene inconvenientes, sobre todo en personas no entrenadas. Personas con buena capacidad cardiovascular presentan las adaptaciones a nivel fisiológico que necesitan para conseguir la energía a través de la grasa de reserva, pero en personas sedentarias o con bajo nivel de condición física cardiovascular, no pueden obtener energía con eficiencia de las reservas de grasas.

El resultado en ocasiones son hipoglucemias, deshidratación, bajo rendimiento, fatiga y posteriormente catabolismo muscular, sistema inmune débil y lo que peor, a veces bajada del ritmo metabólico y aumento de las reservas de grasa como mecanismo de defensa protector.

Mi consejo es que esperes a tener un mínimo de condición física para utilizar esta estrategia y cuando lo pongas en práctica, comienza con intensidades muy ligeras, puedes comenzar con paseos a paso ligero o montando en bici suave.

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efecto rebote

Efecto rebote
Hay personas que tras seguir una dieta para perder peso, ven como no solo vuelven a ganar el peso perdido, sino que incluso en ocasiones se aumenta la acumulación de la grasa. Es lo que se denomina “efecto rebote”, para que puedas evitar este mecanismo, aquí tienes la explicación.

Uno de los métodos más populares, pero también el menos indicado, es el de las dietas hipocalóricas extremas como medio exclusivo para lograr la pérdida de peso. La pérdida que se produce al principio no es principalmente de grasa corporal, se debe más a las reducciones de las reservas de glucógeno, tanto hepáticas como musculares y, desde luego, al agua que se asocia a este glucógeno eliminado. Lo más normal es que estos niveles se restablezcan en cuanto se abandone la dieta y se adquiera el peso original. Por otra parte, nuestro organismo posee mecanismos de adaptación y de defensa que durante estados carenciales intentan proteger al organismo aumentando los niveles de reserva (grasa corporal), ya que piensa que se avecina un período de hambre y se prepara para ello asimilando y llenando los depósitos naturales de forma más eficiente, obteniendo un “efecto rebote” no deseado.

Otro efecto de estos mecanismos de defensa influye sobre el“ritmo metabólico basal” (RMB), que lo representan las calorías que invierte el organismo en mantener las constantes vitales y todas sus reacciones químicas (ritmo cardiaco y respiratorio, mantenimiento del tono postural, etc.). Con las dietas hipocalóricas se reduce el RMB, ahorrando al máximo el gasto de energía. El metabolismo se vuelve más lento, impidiendo la eliminación de la grasa, ya que la energía para mantener las constantes vitales se obtiene de la lipólisis.

Por tanto, debemos hacer todo lo posible por evitar este efecto, provocando el contrario, es decir, elevar el RMB el máximo posible, ya que es el proceso que consume más energía y además procedente de la degradación de las grasas.


La pregunta clave es ¿cómo debemos respetar el principio de comer menos y eliminar más para conseguir una correcta pérdida de peso? La solución a esta pregunta trascendente la obtendremos respetando los siguientes aspectos:

1) Reducir el aporte calórico siempre de forma progresiva. De esta forma no someteremos a nuestro organismo a cambios drásticos que le obliguen a disparar los mecanismos de defensa antes mencionados. Debemos conseguir que el organismo se adapte paulatinamente a los nuevos hábitos y necesidades. Para ello, debemos ser progresivos y tener paciencia, ya que este tipo de resultados siempre se ven a largo plazo. Si obtenemos resultados a corto plazo al organismo no le da tiempo a realizar todas las adaptaciones necesarias y tarde o temprano retornará a los niveles anteriores.

2) Aportar no menos del RMB (unas 1.200 kcal/día en mujeres / 1.700 kcal/día en hombres). Por debajo de estas cantidades entraremos en procesos catabólicos que pueden terminar siendo perjudiciales para la salud (pérdida de masa muscular y descenso del RMB).

3) Garantizar siempre un aporte mínimo de los nutrientes esenciales. Si no somos capaces de obtenerlos a través de la alimentación, podemos conseguirlos a través de la suplementación, eligiendo aquéllos que suelen faltar en una dieta hipocalórica y que son de vital importancia para el mantenimiento de la salud: minerales como el calcio y el hierro, antioxidantes (vitaminas C y E, coenzima Q10), vitaminas liposolubles (A, D, E, K), aminoácidos y ácidos grasos esenciales.

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Perder peso rápido: perder tiempo

Perder peso rapido
El concepto de perder peso es muy ambiguo y en ocasiones no se utiliza adecuadamente, o mejor dicho, se lleva a cabo de forma incorrecta y sobre todo, nada saludable. Al final lo único que consigues perder es tu tiempo. La mayoría de las personas desean perder peso a toda costa, mientras que la báscula marque menos, objetivo cumplido. Pero a poco que observemos un poco mas de donde se pierde ese peso puede ser algo positivo y correctamente planteado o un signo negativo y que algo no está correctamente planteado.

Debemos partir de que la idea de perder peso es fácil, existen multitud de estrategias para quitarse kilos de encima y además de forma rápida, sin embargo esto no es muy positivo y lógicamente no es lo adecuado. La mayoría de estrategias que te hacen perder kilos de forma rápida consisten en eliminar líquidos del cuerpo, la deshidratación es fácil de conseguir, basta con tomar diuréticos, no tomar hidratos de carbono o meterse en una sauna, en dos o tres días seguro que puedes perder varios kilos de peso corporal.

Lo negativo: que lo único que se consigue es eliminar agua y el organismo vuelve a hidratarse (mas le vale) en cuanto se vuelve a hidratar o tomar alimentos. El peso que rápidos se pierde, rápido se vuelve a recuperar.

Otra forma de perder peso a medio plazo, en unas semanas y meses consiste en hacer dieta estricta. Comiendo menos de lo que el cuerpo necesita, el organismo acude a los suministros energéticos de reserva como la grasa.

Lo negativo: Con esta opción además de bajar de peso, el organismo desciende el coste metabólico, con lo que a medio plazo consumimos menos y el cuerpo se vuelve ahorrador, es un mecanismo de defensa; si ingiero poco, gasto poco. En cuanto nos descuidamos, a poco que comamos algo mas, el organismo lo pasa a grasa y se entra en una espiral de cada vez como menos, cada vez me cuesta mas perder peso, cada vez gano grasa de forma más rápida. Otro efecto negativo, es que con este planteamiento, el organismo tiende a catabolizar la masa muscular, se pierde músculo, sobre todo si la vida es sedentaria.



La tercera forma de perder peso es intentando que el peso perdido sea solamente de grasa y no de músculo o de salud. Esta formula desde luego es la más acertada y la que lleva a una perdida de grasa (que no peso) eficiente a largo plazo, los efectos son muy duradero, incluso de por vida, no como en los casos anteriores. A la inversa de las dos opciones anteriores, con esta opción se tarda mucho mas en perder peso de forma significativa, incluso en muchas ocasiones no se pierde peso, pero si que cambia la composición corporal. Consiste en incluir tres factores; ejercicio físico, alimentación correcta (que no dieta) y… paciencia.

- Es indudable que llevar una vida activa favorece la perdida de peso graso. Hacer dieta sin ejercicio a corto plazo puede servir o para casos de obesidad, pero para continuar perdiendo peso saludablemente y de forma eficaz, es necesario hacer algo de ejercicio. En este punto podríamos analizar que tipo de ejercicios son más adecuados, pero para la mayoría de las personas, bastaría con caminar todos los días y ser un poco más activos.

- No soy partidario de hacer dietas, es una palabra con connotaciones negativas; restricciones, pasar hambre, sacrificios, mal humor… soy mas partidario de mantener una pauta de alimentación ordenada. Ya he apuntado que comer menos no es la solución, es mas, sería un error. A todos nos gusta comer, así que la opción es realizar 5 ó 6 comidas al día y además disfrutar de ellas. Si hacemos ejercicio y la quemamos no hay problema. Los alimentos no engordan por si solo, sino las caloría que no se eliminan.

- Tener paciencia, con lo fácil que es y es donde falla la mayoría de la gente. Piensa que si has cogido 5 kilos en el último año, quizás necesites un año para eliminar esos 5 kilos. Desde luego pensar que es posible eliminar 5 kilos de grasa en un mes, solo tiene una palabra “ignorancia”. Podrás y conocerás a personas que han perdido 5 kilos en un mes de peso, de músculo, de agua y de salud, pero no de grasa. Ten siempre presente que la grasa contiene mucha energía, necesitas hacer mucho ejercicio para consumir una cantidad de energía como para que el cuerpo tenga que acudir a los depósitos de grasa, por tanto, la solución es acumular este gran volumen de trabajo a lo largo del tiempo.

No te engañes pensando que resultará fácil o que hay dietas milagrosas, duda de todas aquellas promesas con grandes titulares de pierde peso rápidamente y ten presente que la ultima opción es la que mas garantías de éxito tiene, es más saludable y será un tiempo y esfuerzo bien invertido. Haz ejercicio, cuida tu alimentación y… paciencia.

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