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martes, 8 de enero de 2013

Ya han trascurrido 8 días desde la cena navideña y todavia no pierdes esos kilitos


Es hora de usar la  dieta detox 

Días 1 y 2: Sólo líquidos. Un batido de frutas cítricas en el desayuno, tisanas e infusiones, un vaso de zumo de vegetales a media mañana. Una sopa casera de vegetales al mediodía, más batidos de frutas por la tarde. Y nuevamente una sopa de vegetales por la noche. El caldo debe ser completamente casero, con zanahoria, calabaza, puerro, apio y calabacín, por ejemplo. Todo, pero todo, debe ser procesado. En el segundo día puedes añadir alguna cucharadita de aceite. Calcula que te reportará unas 800 calorías diarias, aproximadamente.


Día 3: En este paso, se mantienen los batidos en desayuno y tarde. Al igual que la sopa. Puedes ir rotando vegetales, añadiendo un poco de queso magro y yogur y también no hará falta que proceses los alimentos tan fuertemente, sino que las sopas, por ejemplo, pueden tener trozos sin problemas. Ya no hace falta que el estómago reciba todo tan pre-digerido.
Días 4 y 5: Ahora puedes ir incorporando alguna fruta seca, algún trozo de pescado o pollo cocido al vapor, mismo que una cucharada de semillas en los . Un poco de proteína en formato de legumbre tampoco te vendrá nada mal. Pero mantiene un régimen bajo en calorías, con muchos batidos, sopa e infusiones.
Días 6 y 7: La tesitura de la dieta se mantiene, aunque puedes añadir una patata pequeña al caldo y un poco de cereales a tu desayuno o a un yogur por la tarde. Una vez cumplido este período, seguramente has logrado desintoxicar tu cuerpo de gran forma y no sería nada raro que hayas perdido dos, tres y hasta quizás más kilos.

viernes, 4 de enero de 2013

efecto rebote

Efecto rebote
Hay personas que tras seguir una dieta para perder peso, ven como no solo vuelven a ganar el peso perdido, sino que incluso en ocasiones se aumenta la acumulación de la grasa. Es lo que se denomina “efecto rebote”, para que puedas evitar este mecanismo, aquí tienes la explicación.

Uno de los métodos más populares, pero también el menos indicado, es el de las dietas hipocalóricas extremas como medio exclusivo para lograr la pérdida de peso. La pérdida que se produce al principio no es principalmente de grasa corporal, se debe más a las reducciones de las reservas de glucógeno, tanto hepáticas como musculares y, desde luego, al agua que se asocia a este glucógeno eliminado. Lo más normal es que estos niveles se restablezcan en cuanto se abandone la dieta y se adquiera el peso original. Por otra parte, nuestro organismo posee mecanismos de adaptación y de defensa que durante estados carenciales intentan proteger al organismo aumentando los niveles de reserva (grasa corporal), ya que piensa que se avecina un período de hambre y se prepara para ello asimilando y llenando los depósitos naturales de forma más eficiente, obteniendo un “efecto rebote” no deseado.

Otro efecto de estos mecanismos de defensa influye sobre el“ritmo metabólico basal” (RMB), que lo representan las calorías que invierte el organismo en mantener las constantes vitales y todas sus reacciones químicas (ritmo cardiaco y respiratorio, mantenimiento del tono postural, etc.). Con las dietas hipocalóricas se reduce el RMB, ahorrando al máximo el gasto de energía. El metabolismo se vuelve más lento, impidiendo la eliminación de la grasa, ya que la energía para mantener las constantes vitales se obtiene de la lipólisis.

Por tanto, debemos hacer todo lo posible por evitar este efecto, provocando el contrario, es decir, elevar el RMB el máximo posible, ya que es el proceso que consume más energía y además procedente de la degradación de las grasas.


La pregunta clave es ¿cómo debemos respetar el principio de comer menos y eliminar más para conseguir una correcta pérdida de peso? La solución a esta pregunta trascendente la obtendremos respetando los siguientes aspectos:

1) Reducir el aporte calórico siempre de forma progresiva. De esta forma no someteremos a nuestro organismo a cambios drásticos que le obliguen a disparar los mecanismos de defensa antes mencionados. Debemos conseguir que el organismo se adapte paulatinamente a los nuevos hábitos y necesidades. Para ello, debemos ser progresivos y tener paciencia, ya que este tipo de resultados siempre se ven a largo plazo. Si obtenemos resultados a corto plazo al organismo no le da tiempo a realizar todas las adaptaciones necesarias y tarde o temprano retornará a los niveles anteriores.

2) Aportar no menos del RMB (unas 1.200 kcal/día en mujeres / 1.700 kcal/día en hombres). Por debajo de estas cantidades entraremos en procesos catabólicos que pueden terminar siendo perjudiciales para la salud (pérdida de masa muscular y descenso del RMB).

3) Garantizar siempre un aporte mínimo de los nutrientes esenciales. Si no somos capaces de obtenerlos a través de la alimentación, podemos conseguirlos a través de la suplementación, eligiendo aquéllos que suelen faltar en una dieta hipocalórica y que son de vital importancia para el mantenimiento de la salud: minerales como el calcio y el hierro, antioxidantes (vitaminas C y E, coenzima Q10), vitaminas liposolubles (A, D, E, K), aminoácidos y ácidos grasos esenciales.

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miércoles, 2 de enero de 2013

La malla adelgazante. milagro o riesgo


Es un dispositivo de material médico-quirúrgico, que es fijado a la lengua
con material no reactivo para evitar sea rechazado.
Perder peso rápidamente es un objetivo difícil de lograr sin ayuda, pero con
el nuevo método de la malla adelgazante se puede lograr la disminución segura
del peso corporal hasta de 10 kilos por mes.
La malla adelgazante consiste en un pequeño parche de material médico quirúrgico
que se coloca sobre la lengua con el propósito de bloquear la sensación normal del
 gusto por los alimentos, impedir el consumo de alimentos sólidos y como
recordatorio constante del deseo de adelgazar.
La colocación de la malla es verdaderamente sencilla, se aplica un
anestésico en spray en la lengua y se procede a anestesiar la lengua
como lo haría el dentista. Enseguida se fija la malla con puntos quirúrgicos
 a la lengua y queda terminado el procedimiento en aproximadamente 10 minutos.
Enseguida la persona puede volver a sus actividades normales, pues la malla
no le impide hablar: sólo que no puede comer alimentos sólidos.
La malla funciona porque al estar en contacto con las papilas gustativas de la
lengua crea una señal que se refleja hacia el cerebro, específicamente hacia el
 centro del hambre y la saciedad, disminuyendo el antojo o la ansiedad por comer.
 Este sistema ha probado su eficacia en personas con sobrepeso, obesidad, obesidad
juvenil, diabetes, hipertensión arterial y otros trastornos.
Los resultados a corto plazo son espectaculares, ya que la pérdida de peso
 en 4 o 5 semanas de tratamiento llega a los 5 a 12 kilos, con la disminución
 de la circunferencia de la cintura de 25%.
personalmente creo que este metodo puede incurrir en riesgos para la salud,
yo no lo tomaria pero es decision personal.

siempre antes de estas practicas consultar con un medico especialista

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